El entrenador ecuatoriano del Deportivo Independiente Medellín, Octavio Zambrano, manifestó lo esperanzado que está de poder dar la vuelta al marcador de 4-1 que tiene en contra tras el partido de ida de la final. 

“El equipo entró en un momento difícil pero durante los entrenamientos y las reuniones que tuvimos, nunca sentí que habíamos sido un equipo débil. Aún no consiguiendo objetivos inmediatos. Estoy convencido de que nosotros podemos revertir este marcador. Es un grupo muy unido y motivado que aprendió una lección muy importante del partido en Barranquilla”, afirmó el entrenador.

Así mismo, solicitó mucha ayuda de parte de la hinchada pues ellos pondrán todo el esfuerzo para el partido.

“Nosotros tenemos que jugar al fútbol. Pero el marco lo tiene que poner la hinchada que está convencida de su equipo. Pienso que los primeros minutos van a ser cargados de emociones. Piernas vamos a tener y corazón también, pero el cerebro es lo que va a primar”, indicó.

Zambrano habló de su amistad con Comesaña, con quién se dio un fraternal abrazo antes de iniciar la conferencia de prensa.

“El profesor Comesaña es un ícono del fútbol colombiano. No solo por la persona que es si no por su capacidad profesional. Por eso se ganó un espacio superlativo aquí”, anotó

Zambrano manifestó lo importante que es la espiritualidad para este equipo. A tal punto de que guarda con cariño un rosario que le dio un hincha para que mantuviera la fe.

“La espiritualidad es manifiesta todos los días en este equipo. Siempre tenemos un momento donde cada uno de nosotros se conecta con algo espiritual. Nosotros apelamos a algo superior. Conservo un rosario que es un regalo y me lo dieron con un grado de fe muy grande. Al momento de salir de la cancha solo hay un espíritu, el ganador se este equipo”, dijo.

Finalmente, Zambrano habló de la autocrítica que tuvieron tras la derrota en Barranquilla. Señaló que ya se aprendió de los errores y que ya no queda sino jugar el domingo.

“Lo hablamos abiertamente, entendemos que los errores cometidos son lecciones para nosotros. Uno tiene que dejar a un lado a eso, porque no se puede hacer más”, cerró.